Empecemos por lo básico: ¿Qué es eso del
“opinadero” del marketing? Bien, dado que este no es un término reglado dentro
del ámbito de la Comunicación Empresarial permítanme que les dé mi autodefinición
personal:
“Def. Opinadero
del marketing: Dícese de aquellos foros, encuentros y/o reuniones, que
normalmente tienen lugar a niveles de la
alta dirección de las empresas, que se caracterizan, fundamentalmente,
porque directivos no formados en el
campo del conocimiento del Marketing y la Comunicación dan su opinión alegremente y, muy frecuentemente, equivocadamente,
sobre campañas de publicidad, promociones, patrocinios de eventos, lanzamiento
de productos, comportamiento del consumidor, etc. tratando de echar por tierra el trabajo riguroso presentado
por el director/a de Marketing o figura asimilable”
Los que ya llevamos unos cuantos años
trabajando dentro de este mundillo sabemos muy bien que estos opinaderos, desgraciadamente, no son situaciones esporádicas e
infrecuentes. De hecho, muchos Comités de Dirección e incluso Consejos de
Administración se convierten en opinaderos improvisados cuando le toca
intervenir al sufrido director/a de Marketing y/o Comunicación, el/la cual, en
más de una ocasión, pese a sus esfuerzos por profesionalizar la discusión y
argumentar su trabajo, acaba saliendo derrotado/a y con el “rabo entre las
piernas”
Y es que, nos guste o no, parece ser que está muy extendida la
creencia que, al igual que de fútbol, de Marketing todo el mundo entiende.
Si lo pensamos fríamente, este comportamiento es fácilmente comprensible. Decir
si un anuncio te gusta o no, si el diseño de un nuevo producto es atractivo u
horroroso, si entrar en un nuevo segmento de mercado es un acierto o una
locura es algo mucho más sencillo que discutir al responsable Financiero las
cifras del cierre de ejercicio o tumbar al director/a de Medios su propuesta de
afrontar un cambio tecnológico en la compañía por motivos de eficiencia.
Una vez asumida la naturaleza más subjetiva del
Marketing y la Comunicación, debemos
definir estrategias de supervivencia si no queremos ser devorados por
nuestros queridos colegas en este tipo de opinaderos. Y esto no es, bajo mi
humilde opinión, tarea fácil.
He aquí algunas
medidas que yo he puesto en práctica en mi vida directiva y que me han
ayudado a no morir en el intento:
- Trata de validar las
cosas importantes con el Director General o responsable
equivalente antes de presentarlas al Comité de Dirección. Lamentablemente tus colegas suelen ser cobardes
y se sumarán a la opinión de su jefe sin rechistar.
- Busca algunos aliados
entre los directivos colegas para que apoyen tu propuesta. Eso sí, que lo hagan con profesionalidad. En
este mundo funciona el hoy por mí y mañana por ti.
- Presenta los temas más
subjetivos y que suelen generar más debate insustancial al final de la
reunión. Los compañeros
directivos tienden a llegar muy agotados al final de estas sesiones y el
deseo por acabar lleva a agilizar las aprobaciones enormemente. Se han
conseguido vistos buenos a campañas institucionales multimillonarias
porque los miembros del comité llegaban tarde a recoger a los niños en el colegio.
- Prepara de antemano la
batalla y decide qué estás dispuesto a perder para ganar la guerra. A veces las ganas de sangre llevan a tener que
dar algo de carnaza a la jauría para que quede saciada. Lo importante es
que muerdan lo que tú les ofreces. Que no gusta el claim de la campaña, no pasa
nada, con todo el dolor del mundo buscaremos otro, pero el spot es intocable.
- Saca los dientes con fiereza si intentan emborronar o poner en entredicho tu profesionalidad y valía al presentar un tema en estos opinaderos. Ahí te juegas tu reputación para el resto de tu vida laboral en la empresa. Consejo: la mejor defensa es un buen ataque.
Bueno,
confío que este post, plagado de analogías referentes a la vida salvaje y
escrito con marcado tono irónico (no puedo negarlo), ayude a muchos de ustedes
a ser mejores supervivientes en los sempiternos opinaderos del marketing!!
Estoy de acuerdo Miguel Angel, pero me atrevo a añadir que también sucede en ocasiones con las políticas de desarrollo de RRHH. Aquello que no se puede reflejar en indicadores (en un ROI específico) suele ser rechazado por ambiguo. Además está la hipocresía de decir que lo más importante de la empresa es el "capital humano" y luego se ve que el trato o la inversión en personal es mínima.
ResponderEliminarPor eso me parecen muy buenas tus estrategias.
Un abrazo
Comparto tu visión Juan. Efectivamente en la gestión de personas ocurre algo muy parecido al Marketing y la Comunicación. La implantación de dashboards puede ayudar a objetivar la gestión pero el componente subjetivo del ser humano siempre quedará ahí. Un abrazo y gracias por comentar
EliminarMiguel Ángel este post es tan real como la vida misma!! Personalmente a los "opinaderos" los llamo "gurús" (jajaja) y no hay semana que pase que no me consiga con alguno... en fin, hay que seguir y defender el trabajo profesional que hacemos todos los días. Saludos!
ResponderEliminarEfectivamente Vero. Muchos se consideran gurús a pesar de no tener formación ni experiencia en Marketing o Comunicación. Buen día;)
ResponderEliminarTotalmente cierto lo que cuentas. Me ha gustado mucho el post.
ResponderEliminarUn abrazo!!!